La problemática de la cultura machista, violencia de género e intrafamiliar es uno de los temas con más preocupación, en todos los segmentos sociales que tiene que ver con este en las diferentes naciones en vía de desarrollo, tanto es así, que tiene sumergido en estudios a los profesionales de la conducta de este ámbito, en busca de nuevas alternativas y estrategias, para obtener las medidas adecuadas y correctas soluciones para erradicar cada uno de estos problemas; debido a que los femenicidios van en aumento cada día.
Estas inquietudes han generado la creación de diferentes leyes, entre ellas la 24-97 sobre Violencia Intrafamiliar en República Dominicana, la Ley 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género en España, la Ley 137-03 sobre Tráfico Ilícito de Migrantes y Trata de Personas y la Ley 88-03 sobre las Casas de Acogida, Acuerdos de República Dominicana y El Plan Internacional y seminarios, sin embargo conforme a Subero Isa, Presidente de la Suprema Corte de Justicia, ha expresado que posiblemente, la normativa no ha podido ponerle freno a la violencia intrafamiliar y especialmente a la violencia contra la mujer; debido a que los avances legislativos y constitucionales no han ido en consonancia con el comportamiento educativo de los dominicanos.
En ese mismo orden El Procurador General de la República, Radhamés Jiménez Peña, manifestó que “Tenemos que realizar extraordinarios esfuerzos en conjunto con la sociedad dominicana, establecer alianzas estratégicas que involucren las universidades, así como al Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología para que desde las aulas se trabaje en la igualdad de derechos que tienen las mujeres”, y a la vez, resaltó lo difícil que ha resultado contrarrestar la problemática y que continuarán fortaleciéndola, hasta lograr reducir esos casos a su mínima expresión.
De la misma forma la procuradora general Adjunta en asuntos de la Mujer, doctora Roxana Reyes, expuso “que la violencia contra las mujeres es un mal que cada día destruye e impacta de manera negativa nuestra base social que es la familia”.
Sin embargo, desde enero del 2005 hasta marzo del 2011, según informe del Departamento de Estadísticas de la Procuraduría General de la República, se han registrado 2,010.00 feminicidios, razón por la cual he observado que no se han enfocado en la raíz del problema que es la familia, considero que es ahí donde hay que hacer un análisis retrospectivo, debido a inconsciente tramiten a los niños una equivocada educación, inculcándoles el machismo, usted se preguntará ¿Cómo así? ¿Inconscientemente? los hijos son el reflejo de los padres imitan sus acciones, actitudes, y rasgos personales, también son los responsables de su educación, disciplina y hábitos, por lo tanto, es normal que los problemas psicológicos que son ignorados por estos seres humanos, como: problemas económicos, de pareja (discusiones, peleas físicas, arreglos, divorcios), el no saberlos escuchar, dar explicaciones, la falta de hacerlos razonar sin discriminaciones, entenderlos, las agresiones físicas periódicas, etc.
Todas estas y otras circunstancias conforman un conjunto de impotencias retenidas en el psiquis de los niños que se convierten en problemas de conductas; dando como resultado la ya mencionada cultura machista, creciendo ellos ignorándolos, y a su vez, lo suministran a sus hijos y estos a los otros y van pasando de generaciones en generaciones, razón por la cual considero que la cultura del machismo es la generadora de la violencia de género e intrafamiliar.
Según investigaciones que he realizado, defino el machismo como un fenómeno cultural que ha sido transmitido inconscientemente de generación en generación, y está compuesto por tres componentes esenciales como:
1. el cognitivo: es un conjunto de información almacenada mediante la experiencia o el aprendizaje.
2. el afectivo: asigna la susceptibilidad que el ser humano experimenta ante lo relacionado con lo positivo o negativo.
3. cognitivo conductual: expresa modificación de conducta, diseño y aplicación de métodos de intervención psicológicas que permiten el control para producir el bienestar, la satisfacción y la competencia personal, que por ende, todo esto suministra los roles familiares.
Esto trae como consecuencia un conjunto de leyes, normas, actitudes y rasgos socioculturales, del hombre hacia la mujer para imponer la sumisión y el dominio sobre ella y los demás en todos los ámbitos, desde lo económico hasta lo psicológico.
Oscar E. Benliza Martínez, psicólogo clínico de La Unidad de Atención a la Violencia Intrafamiliar, de Género y Sexual del Distrito Judicial de Santiago, sostiene en un artículo publicado en 2008 “la masculinidad violenta es el resultado de la cultura de la dominación y el sometimiento que se les enseña a los hombres con respecto a la mujer y el resto de la familia".
En definitiva concluyo diciendo que el machismo es una obra de transculturización que se ha transmitido inconscientemente, causante directo de la violencia de género e intrafamiliar dirigido a los miembros más vulnerables: niños/as, mujeres y personas mayores.
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